Pintura de Argentina
Con el nombre de pintura de Argentina se refiere a toda la producción pictórica realizada en territorio de la Argentina durante todos los siglos.
Prehistoria
En Argentina, se encuentra la Cueva de las Manos, una de las obras maestras de la pintura en el Paleolítico en el Río Pinturas, en la Provincia de Santa Cruz. Han sido declaradas por la Unesco como parte del Patrimonio de la Humanidad.
Otro importante registro pictórico de la prehistoria, se localiza en el norte de Córdoba y constituye uno de los testimonios pictográficos con mayor densidad de imágenes del mundo, con más de 35.000 pictografías ubicadas en los cerros Colorado, Veladero, Intihuasi y el Desmonte.
Pintura precolombina
Diversos registros pictóricos se registran entre las culturas prehispánicas que habitaron en el actual territorio argentino.
En el noroeste andino, las civilizaciones agroalfareras que allí se desarrollaron, desde la Cultura Condorhuasi (400 a. C.-700 d. C.) hasta la de La Aguada (650-950) y Santa María (1200-1470), presentan un amplio desarrollo de la pintura en cerámicas y piezas de piedra, entre las que se destacó la imagen felina.
Pintura durante la colonia [editar]
Durante la dominación colonial española, la pintura se desarrolló principalmente como arte religioso en las iglesias, destinado a cristianizar a los pueblos indígenas. La pintura religiosa colonial, fue muchas veces realizada por indígenas encomendados o reducidos y esclavos afroamericanos, bajo el poder de las órdenes religiosas.
Otra fuente de la pintura colonial son los libros y manuscritos realizados por colonizadores, sacerdotes, científicos y visitantes. Entre estos se destacan los dibujos y acuarelas del jesuita alemán Florián Paucke (1719-1789).
En el actual noroeste argentino y sobre todo en Jujuy, se desarrolló en la iglesias, la escuela cuzqueña, con sus imágenes de ángeles arcabuceros (relacionados con los conquistadores) y vírgenes triangulares (sincretismo del culto a la virgen María y la Pachamama).[1]
Los ángeles arcabuceros integran un estilo pictórico estrictamente americano que se desarrolló en el Marquesado de Yavi en la puna de Jujuy, por entonces perteneciente a la provincia del Tucumán, siendo su maestro Mateo Pisarro. Se trata de ángeles asexuados se encuentran vestidos con ropas de soldado y armado de un arcabuz. Hoy solo hay dos colecciones: en Uquía (escuela cuzqueña) y en Casabindo (maestro de CTC).
Siglo XIX [editar]
En los primeros años del siglo XIX, ya en tiempos de la independencia y de la apertura del país, varios artistas extranjeros visitaron y residieron, y dejaron sus obras. Entre ellos el marino inglés Emeric Essex Vidal (1791-1861), un acuarelista que ha dejado importantes testimonios gráficos del pasado argentino; Carlos E. Pellegrini (1800-1875), ingeniero francés que se dedicó a la pintura por necesidad y que sería padre del presidente Carlos Pellegrini; el marino Adolfo D'Hastrel (1805-1875), que publicó sus dibujos y acuarelas en el libro Colección de vistas y costumbres del Río de la Plata (1875); el litógrafo César Hipólito Bacle (1790-1838); entre otros.
En la tercera década aparece Carlos Morel (1813-1894) quien ha sido considerado el primer pintor estrictamente argentino. Poco después le siguen Prilidiano Pueyrredón (1823-1870) y Cándido López (1840-1902), registraron en la pintura la vida de los gauchos y las guerras de la Argentina pre moderna.
Desde mediados del siglo XIX se comenzaron a organizar las primeras instituciones artísticas del país: fundamentalmente la Sociedad Estímulo de Bellas Artes y el Museo Nacional de Bellas Artes, cuyo primer director fue el pintor Eduardo Schiaffino. La gran ola de inmigración europea (1870-1930), estableció una fuerte relación con la pintura europea, a través prncipalmente de pintores italianos o hijos de italianos. Eduardo Sívori (1847-1918), introdujo el naturalismo, con obras clásicas como "El despertar de la criada", seguido por pintores como Reynaldo Giudici (1853-1927) y Ernesto de la Cárcova (1866-1927), éste último destacado con "Sin pan y sin trabajo". Angel Della Valle (1852-1903), desarrolló una corriente de pintura costumbrista del campo, con obras como "La vuelta del malón".
Galería del siglo XIX [editar]
Carlos Morel | Cándido López | Prilidiano Pueyrredón | Reynaldo Giudici |
Eduardo Sívori | Eduardo Schiaffino | Ángel Della Valle | Ernesto de la Cárcova |
Siglo XX [editar]
Al comenzar el siglo XX, Martín Malharro (1865-1911) introduce el impresionismo con una exposición realizada en 1902. Lo siguieron pintores como Faustino Brughetti (1877-1956), Walter de Navazio (1887-1919) y Ramón Silva (1890-1919).
Poco después, Fernando Fader (1882-1935) y los artistas del grupo Nexus, comenzaron a presionar por el desarrollo de corrientes artísticas que, sin ignorar ni desconocer la pintura de moda en París, fueran capaces de expresar visiones autónomas de la pintura.
Primera vanguardia [editar]
Los primeros grandes movimientos pictóricos en la Argentina, con características propias de una pintura latinoamericana que comenzaba a desarrollarse en todo el continente, coinciden con las primeras manifestaciones de libertad política en el país, con la sanción del voto secreto y universal para varones en 1912 y la llegada al gobierno del primer presidente elegido por voto popular, Hipólito Yrigoyen en 1916 y la revolución cultural que implicó la Reforma Universitaria de 1918.
En ese contexto, registrando más o menos influencia de la Escuela de París (Modigliani, Chagall, Soutine, Klee), se desarrollan tres grandes grupos:
- El Grupo Florida, con pintores como Aquiles Badi, Héctor Basaldúa, Antonio Berni, Norah Borges, Horacio Butler, Emilio Centurión, Juan del Prete, Raquel Forner, Ramón Gomez Cornet, Alfredo Guttero, Emilio Pettoruti, Xul Solar y Lino Eneas Spilimbergo. Se caracterizó por prestar máxima atención a las cuestiones estéticas. Sus miembros pertenecían mayormente a sectores medios o altos, y se reunían en la confitería "Richmond" de la céntrica y elegante calle Florida, de donde toma el nombre el grupo.
- El Grupo Boedo, con pintores como José Arato, Adolfo Bellocq, Guillermo Hebécquer y Abraham Vigo. Su tema central eran las cuestiones y luchas sociales. Se nucleaban alrededor de la editorial Claridad, de tendencia socialista, que tenía su talleres en la calle Boedo, en los suburbios obreros de la ciudad.
- El Grupo de La Boca, con pintores como Victor Cúnsolo, Eugenio Daneri, Fortunato Lacámera, Alfredo Lazzari, Benito Quinquela Martín y Miguel Carlos Victorica. Fuertemente influido por la inmigración italiana, desarrolló un estilo peculiar, centrado en el trabajo y los barrios inmigrantes.
Segunda vanguardia [editar]
La segunda vanguardia, u ola de innovaciones en la pintura argentina desarrolladas de la década del 30, en la que muchos de los pintores de la primera vanguardia evolucionan y cambian de ubicación artística. Entre los principales agrupamientos pictóricos se encuentran:
- El Grupo Orión, integrado por Luis Barragán, Vicente Forte y Leopoldo Presas, entre otros.
- Los pintores sensibles, caracterizados por el uso del color como una herramienta emocional, principalmente Raúl Soldi, pero también, Miguel Carlos Victorica, Raúl Russo, Eugenio Daneri y Miguel Diómede.
- Los pintores ingenuos, con una pintura sin conflictos humanos ni sociales, como Luis Centurión y Norah Borges.
- Los neorrealistas, que de algún modo continúan la línea del Grupo de Boedo, pero con elementos pictóricos rigurosos y vanguardistas, donde se ubicaron Carlos Alonso, Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino, Demetrio Urruchúa, Enrique Policastro. En este sector también puede ubicarse Florencio Molina Campos, en un tipo de pintura social con elementos ingenuos, de la caricatura y del uso "sensible" del color; y al tilcareño Medardo Pantoja, expresión de la pintura andina de proyección indígena y latinoamericana.
Escuela de Muralistas Tucumanos
A partir de 1946 se produce un giro en la política académica de las escuelas de Bellas Artes de Argentina, al son de los apartamientos políticos de maestros argentinos expulsados de otras escuelas de bellas artes como Mendoza o Buenos Aires. En 1948 se organizó el Taller de Pintura del Instituto Superior de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán bajo la conducción de Lino Enés Spilimbergo y la dirección de Guido Parpagnoli, donde se formó un polo de la plástica argentina de gran interés con los más destacados artistas: la Escuela de Muralistas Tucumanos, inspirada en las enseñanzas de Lothe y los principios armónicos de Matyla Ghyka. Al proyecto del Instituto Superior de Artes se sumaron en distintas disciplinas: Lorenzo Domínguez para la sección de escultura, Víctor Rebuffo en grabado y Pedro Zurro de la Fuente en matalistería. Ramón Gómez Cornet y los dibujantes Lajos Szalay y Aurelio Salas participaron también de este emprendimiento junto a Carlos Alonso, Juan Carlos de la Motta, Eduardo Audivert, Leonor Vassena, Alfredo Portillos, Medardo Pantoja, Luis Lobo de la Vega, Mercedes Romero, Nieto Palacios y otros.
Los pintores "modernos" [editar]
Los llamados "pintores modernos" de Argentina, es un grupo difícil de encasillar, que desarrollar un estilo constructivista no figurativo, pero sin ser realmente abstractos. En este grupo se encuentran artistas como Julio Barragán, Luis Seoane, Carlos Torrallardona, Luis Aquino, Atilio Malinverno y Alfredo Gramajo Gutiérrez.
Arte abstracto [editar]
La pintura abstracta en la Argentina, tuvo como precursor a Juan Del Prete (luego creador del futucubismo), pero comienza a desarrollarse como escuela en la década del 40, a partir del arte concreto. Entre los artistas más destacados se encuentran Tomás Maldonado.
El Movimiento Madí [editar]
En 1946, derivado del arte abstracto, apareció en Buenos Aires el Movimiento Madi, «único movimiento cultural de repercusión internacional creado desde Buenos Aires».[2] Fundado por Gyula Kosice y Arden Quin, incluyó a artistas como Rhod Rothfuss, Martín Blaszko, Waldo Longo, Diyi Laañ.
Tendencias recientes [editar]
En las tendencias más recientes de la pintura argentina se encuentran la Nueva Figuración, el Pop Art, el Nuevo Surrealismo, el Hiperrealismo, el Arte de Sistemas, la Nueva Abstracción, el Cinetismo y el Arte Efímero.
La Nueva Figuración, reunió en la década del 60, varios artistas que adoptaron el nombre de "Otra Figuración", que recuperan la figura humana, pero con el fin de darle formas libres, muchas veces monstruosas y cadavéricas. Los artistas más destacados de esta corriente son Jorge de la Vega, Rómulo Macció, Luis Felipe Noé, Antonio Seguí, Miguel Á. Dávila, Juan Carlos Distéfano.
El Neosurrealismo argentino, reúne pintores como Guillermo Roux y Roberto Aizenberg, que encuentran en los mecanismos surrealistas, una posibilidad de expresar la angustia humana, en tiempos de alta conflictividad social y política.
El Grupo Espartaco, integrado por Ricardo Carpani, Juan Manuel Sánchez y Mario Mollari, entre otros, vinculó la pintura al compromiso activo con las luchas sociales y en especial los sindicatos, desarrollando líneas estéticas insertas en las tradiciones latinoamericanas.
A partir de la noción de "sistema", derivada de la ciencia cibernética, desde comienzos de la década del 70, varios artistas y especialistas en Comunicación, desarrollaron una corriente denominada Arte de Sistema, expresándose de maneras diversas bajo denominaciones como "arte conceptual", "arte ecológico de la tierra", "arte pobre", "arte de proposiciones" y "arte cibernético". Algunos de los artistas argentinos de esta corriente son Luis Fernando Benedit, Nicolás Dermisache y Lea Lublin.
Derivado del movimiento Happenning, Marta Minujín ha desarrollado una corriente llamada "Arte efímero".
En las últimas décadas se ha destacado la pintura de León Ferrari, quien recibiera el León de Oro en la Bienal de Venecia 2007 y es considerado uno de los cinco pintores vivos más importantes del mundo.[4]
Galería moderna [editar]
Galería de pinturas del siglo XX Fernando Fader | Demetrio Urruchúa | Juan Carlos Castagnino | Antonio Berni |
Ricardo Carpani | | | |
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